I aniversario dobooku
23 de abril, dÃa del libro: dobooku celebra su primer año.
Seguiremos escribiendo sobre diseño, estética y obra pública.
Gracias por seguirnos.
«¿EncontrarÃa a la Maga? Tantas veces me habÃa bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el rÃo me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribÃa en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreÃa sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentÃfrico.
Pero ella no estarÃa ahora en el puente. Su fina cara de translúcida piel se asomarÃa a viejos portales en el ghetto del Marais, quizá estuviera charlando con una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente en el boulevard de Sebastopol. De todas maneras subà hasta el puente, y la Maga no estaba. Ahora la Maga no estaba en mi camino, y aunque conocÃamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en ParÃs, cada tarjeta postal abriendo una ventanita Braque o Ghirlandaio o Max Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones, aun asà no nos buscarÃamos en nuestras casas. PreferÃamos encontrarnos en el puente, en la terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.»
Rayuela. Júlio Cortázar. 1963.
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