Educación

La enseñanza de la ingeniería ¿Hacia dónde vamos si no hacemos nuevos planteamientos?

Nota editorial:
Éste artículo es el quinto de la serie: Reflexiones sobre el futuro de la enseñanza de la ingeniería. Y continuación de: La enseñanza de la ingeniería ¿Por qué estamos donde estamos?

Las condiciones que en el pasado han permitido que nuestra profesión disfrutara de un prestigio y reconocimiento social considerable han cambiado totalmente en los últimos cuarenta años. Ya nunca más la consecución del título nos allanará el camino para ingresar en el, en aquel tiempo, prestigioso Cuerpo de Ingenieros del Estado, ni tampoco volverá a pasar que España reciba en pocos años más de 120.000 millones de euros en fondos estructurales y de cohesión europeos para inversiones públicas. Esto se ha acabado. La situación ahora se ve agravada por la crisis económica, que en España está golpeando especialmente al sector de la construcción. Pero la crisis pasará, y pese a ello, nuestra posición ya no recuperará los privilegios del pasado. Con esto no quiero decir que tengamos que abandonar nuestra tradicional posición en la terra alta pero creo que tenemos que encontrar un sistema de enseñanza que nos prepare para movernos con comodidad en ambos niveles. Así lo expresaba hace unos meses en la revista NCE [1] Will Day, presidente de la Sustainable Development Commission, órgano independiente asesor del gobierno británico en desarrollo sostenible: «For engineers is no longuer just about pipes and pumps, but learning and understanding about the different sets of skills requiered for different solutions and recognising all the interconnectivities«.

Es verdad que la Escuela no puede cambiar las condiciones sociales y políticas en las que se desarrolla la profesión, pero debe ser consciente de que la tendencia actual la afecta. La progresiva pérdida de prestigio de la ingeniería civil, en paralelo al aumento del reconocimiento social y profesional que tienen otros estudios, hará perder atractivo a la Escuela y en consecuencia bajará la demanda de inscripción por parte de los alumnos de bachillerato.

Si queremos continuar atrayendo talento hacia nuestras aulas habrá que hacer que los estudios sean mucho más atractivos a los estudiantes. Tal como apuntábamos con Andreu Ulied, director de MCrit, en el documento de trabajo previo el Foro sobre la Ingeniería 2020 [2], ahora los estudiantes «quieren realizarse personal y profesionalmente ya durante los estudios; necesitan motivación, participar más en el proceso educativo, experimentar y vivir la profesión desde el inicio de sus estudios, como los estudiantes de arquitectura, de medicina o de las escuelas de economía de empresa«. Si los planes de estudios siguen «sobrevalorando la componente científica en detrimento de la tecnológica, infravalorando otros aspectos sociales o económicos, y no incentivan ni la creatividad, ni la innovación, ni el emprendimiento, ni la capacidad de comunicación y de trabajo en equipo» [2], las escuelas de ingeniería corren el riesgo de vaciarse de alumnos hasta el extremo de perder la capacidad de abastecer al sistema de suficientes técnicos cualificados.

Xavier Font 16

Además, los programas académicos actuales no atraen a los alumnos de secundaria que más destacan por sus aptitudes artísticas ni por sus dotes creativas, sino por sus capacidades lógico-matemáticas, y éste es también un importante hándicap si queremos que la ingeniería lidere los procesos de cambio que están aconteciendo en este siglo XXI. Siempre a principios de curso preguntaba a mis alumnos —casi todos de tercero y cuarto de carrera— por qué eligieron la carrera de ingeniería civil y no otra, y muchos me respondían que, por la facilidad que tenían para las asignaturas de matemáticas, física y química, hacer esta carrera les suponía un interesante reto intelectual. Pocos mencionan el atractivo de la práctica profesional como motivo principal, de hecho muchos confiesan no saber con demasiada precisión qué hacen los ingenieros en su día a día. Y eso, en el ecuador de la carrera, también es una preocupante carencia.

La formación impartida en la mayoría de carreras técnicas es demasiado árida. Los alumnos ya no están dispuestos a hacer el acto de fe que hicimos muchos de nosotros cuando accedimos a esforzarnos para aprender un montón de cosas que ya entonces nos parecían totalmente desconectadas de lo que intuíamos que era el trabajo de los ingenieros, con la promesa de que aquello era lo que había que saber para ser unos buenos profesionales. La práctica profesional confirmó nuestras intuiciones. Habíamos dedicado mucho tiempo a estudiar un montón de cosas irrelevantes para la práctica profesional y habíamos resuelto cientos de problemas bien definidos, y en cambio carecíamos del conocimiento y las habilidades básicas necesarias para poder afrontar los problemas reales más sencillos. La formación que se ha estado impartiendo en las escuelas de ingeniería en las últimas décadas seguramente es muy adecuada para desarrollar una carrera de investigación y docencia en el mundo universitario o para trabajar como analista financiero para bancos de inversión o hedge funds, pero en absoluto lo es para la práctica profesional en los campos que son más propios de los ingenieros civiles: la Construcción, la Administración y la Consultoría, que juntos absorben del orden del 90% de los profesionales de la ingeniería civil en activo en España. Tal como he apuntado antes, nuestro objetivo es planificar, proyectar, construir y explotar infraestructuras, y éste tendría que ser el centro de la docencia.

Deberíamos ser capaces de ponernos de acuerdo —la sociedad, los profesionales, los colegios y demás instituciones que nos representan, y la Universidad— sobre los objetivos académicos de la formación de los ingenieros civiles y diseñar los planes de estudio en función de éstos. Si no lo hacemos, si no cambiamos el perfil de los nuevos ingenieros —tal como se recoge en el documento The Vision for Civil Engineering 2025 [3] de la American Society of Civil Engineers (ASCE)— existe el peligro de que los servicios de ingeniería acaben convirtiéndose en una mera commodity, es decir, un producto indiferenciado, necesario pero de muy poco valor añadido y por tanto contratado con el criterio único del precio, sin tener en consideración su calidad. Por ello, la ASCE —yendo más allá de los Engineering Criteria 2000 [4] (EC2000) establecidos por el Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET) americano— ha fijado unos objetivos formativos basados ​​en el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que deberían adquirir los futuros estudiantes de ingeniería (ver documento), y nosotros aquí deberíamos ser capaces de hacer lo mismo.

Referencias bibliográficas:

[1] ICE News: Holistic approach to sustainability needed; declaracions de Will Day, Sustainable Development Commission chair. New Civil Engineer magazine, 20/05/2010.
[2] Ulied, A. i Font, X, documento de debate del Foro sobre la Ingeniería en el 2020. La formación de una nueva generación de ingenieros creativos y emprendedores. Programa Enginycat, Fundació per a la Recerca i la Innovació. Barcelona, Junio 2009.
[3] The Vision for Civil Engineering 2025. American Society of Civil Engineers. ASCE, 2007.
[4] Engineering Change. A Study of the Impact of EC2000 (executive summary). Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET), 2006.

Nota editorial:
Éste es el quinto de una serie de artículos que forman un conjunto:

  1. Reflexiones sobre el futuro de la enseñanza de la ingeniería.
  2. La enseñanza de la ingeniería ¿Cómo hemos llegado donde estamos?
  3. La enseñanza de la ingeniería ¿Dónde estamos realmente?
  4. La enseñanza de la ingeniería ¿Por qué estamos donde estamos?
  5. La enseñanza de la ingeniería ¿Hacia dónde vamos si no hacemos nuevos planteamientos?
  6. El diseño en las escuelas de ingeniería.
  7. El proyecto: objetivo central del oficio del ingeniero.
  8. La enseñanza de proyectos: una oportunidad para mejorar las capacidades de los alumnos para liderar procesos de diseño.
  9. Reflexiones sobre la formación de la ingeniería y el futuro de la enseñanza. Para terminar.
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9 Comments

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  5. Nos gustaria que nuestra web estre lazos de amistad con ustedes , para reforzar el conocimiento a lo que refiere la ingenieria

  6. Listo Jaume , gracias !

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